jueves, 8 de noviembre de 2012

El esturpo (catatonico)


Esquizofrenia catatonica

La catatonia es un estado físico y psicológico, se define desde una crisis hasta un trastorno, dependiendo del tiempo que dure, ya que puede durar desde unas horas hasta meses. O simplemente puede presentarse en variaciones o intervalos en la vida de una persona que tiende a la catatonia (esquizofrénico catatónico).
La catatonia no es una enfermedad en sí misma sino un síndrome debido a múltiples causas. Habitualmente se produce en pacientes con esquizofrenia y en trastorno bipolar. Sin embargo puede producirse como consecuencia de diversas enfermedades del sistema nervioso central (tumores, accidentes cerebrovasculares, encefalitis, traumatismos, síndrome de abstinencia del alcohol, Síndrome de Wernicke-Korsakoff, etc), como manifestación de una epilepsia y en encefalopatías de causas diversas (por enfermedades metabólicas, endocrinas, intoxicaciones, etc).

Hay dos tipos de catatonia: una forma benigna y otra forma maligna de elevada mortalidad (catatonia letal de Stauder) con síntomas similares a los del síndrome neuroléptico maligno.

Descubrimiento de la enfermedad

    Los científicos de la Julius-Maximilians-University de Alemania descubrieron una variante genética que contribuye a la causa de la esquizofrenia catatónica en un gran pedigree.  La variante fue detectada cuando un grupo de psiquiatras, genetistas y neurocientíficos investigaron los genes del cromosoma 22 para elucidar la herencia de la esquizofrenia dominante, caracterizada por episodios psicóticos agudos con alucinaciones y movimientos corporales.  La proteína codificada por este gen, que ha sido designado WKL1, comparte algunas características con los canales iónicos.  Las proteínas que conforman los canales iónicos se encuentran insertas en la membrana celular y asisten el transporte de corrientes eléctricas entre neuronas.  Las mutaciones en el canal de potasio KCNA1, otro canal iónico que está relacionado al WKL1, causa episodios de ataxia, un desorden de movimiento que no tiene episodios psicóticos.

La posible recaida y prevencion a esta

Situaciones claras de recaída
  • El sujeto escucha voces que le piden que haga daño.
  • No es capaz de cuidarse.
  • Se siente abrumado y desesperanzado con facilidad.
  • Siente que no puede salir de casa.
  • Percibe cosas irreales (generalmente se trata de alucinaciones auditivas verbales; más raramente, también visuales, tactiles olfatorias).
  • Desvirtuación de la realidad y de sí mismo.

Se puede prevenir:

Una de las primeras formas para prevenir dichas recaídas es tomar la medicación estipulada sin interrupción (ya que la interrupción de la misma, aunque no sea completa puede llevar a un agravamiento de la enfermedad). Como ya se mencionó, los efectos secundarios producidos por los antipsicóticos causa ese rechazo, ya que es difícil para la persona tolerar estos efectos durante largos períodos de tiempo y, en especial, cuando ya se siente bien. Por este motivo es de gran importancia encontrar y suministrar la medicación adecuada, así como las dosis necesarias para controlar los síntomas sin producir efectos secundarios.
También es importante la conveniencia del número de veces que el sujeto ha de tomar los fármacos, ya que para algunas medicaciones han de ser varias veces al día y otras una sola vez. El número de veces que ha de medicarse una persona puede adaptarse a sus preferencias o necesidades.
Otro de los rasgos que deben controlarse es la hiperactividad del paciente, causada por la medicación o por los cambios de humor constantes. Para regular las sustancias químicas que hay que suministrar es muy importante que el paciente tenga control médico regular, para así ajustar el tratamiento, mantenerse bien o contar con protección para afrontar los estresares vitales. Es decir, la óptima dosis para el sujeto es la que prescriben en conjunto el médico con la familia y el propio paciente.

Tratamiento de la esquizofrenia

         El diagnóstico de la esquizofrenia se lleva a cabo cuando aparecen en el supuesto paciente uno o dos síntomas a través de episodios repetidos con frecuencia variable a lo largo de un mes o más. Dependiendo de la frecuencia de los episodios, de las características psíquicas de éstos y de la gravedad, se diagnostica esquizofrenia y se determina de qué tipo se trata. Los síntomas o características de la esquizofrenia paranoide son los siguientes:
Manía persecutoria.
• Celos.
• Sentimiento de misión especial en la vida.
• Sentimiento de transformación corporal.
Alucinaciones auditivas sin sentido, ininteligibles.
• Alucinaciones de otra índole (olfatoria, gestatorias, sexuales…). .Sentimiento de ser espiado, perseguido, investigado, mirado, etc. .Creencia y alucionaciones referidas al tema de que alguien podría leer la propia mente, mediante telepatia, raras conexiones, alguna tecnología avanzada, o muchas otras explicaciones que resultan extrañas para la intersubjetividad.

 Principios del tratamiento

El plan de tratamiento debe involucrar al paciente y a su familia a través de colaboraciones activas, además de plantear intervenciones farmacológicas, psicoterapéuticas psicosociales y de rehabilitación adecuadas. Muchos enfermos requieren una asistencia general y de por vida, además el psiquiatra no sólo actúa como tal, sino como punto de apoyo durante el tratamiento del paciente, además de actuar como miembro de un equipo que trabaja colaborativamente.
Actualmente no existe curación para la esquizofrenia, aunque el tratamiento puede reducir considerablemente sus síntomas. Los objetivos de cualquier tratamiento son la reducción de la frecuencia, la gravedad y consecuencias de los episodios de esquizofrenia. Los específicos dependen de la fase en la que se encuentra la enfermedad o de las características propias del paciente.

 Asistencia psiquiátrica

La asistencia o tratamiento incluye una serie de intervenciones, unas de carácter clínico y otras de carácter psicoterapéutico. Se deben conocer los factores biológicos, interpersonales, sociales y culturales que determinan al paciente. Además, se le debe informar sobre su enfermedad.

La esquizofrenia paranoide

           La esquizofrenia es una enfermedad mental que no conlleva alteración anatómica observable, y cuya principal característica es que trunca la personalidad del individuo. Este trastorno suele ir unido a otros en la afectividad y en el pensamiento. El estado consciente del enfermo es normal. Su actitud psíquica se caracteriza por el egocentrismo y el aislamiento, y expresa una pérdida de contacto con la realidad. Manifiesta ideas delirantes (persecución, intentos de envenenamiento, influencias extrañas, etc.) y trastornos de la percepción (alucinaciones de tipo auditivo, en las que oye voces amenazadoras o críticas).

        Las causas no se conocen con exactitud. Al parecer, intervienen factores generales, psicológicos y socioculturales. La edad más frecuente de aparición se sitúa entre los 15 y 35 años y afecta por igual a ambos sexos. La personalidad se altera de forma gradual o repentina; el contacto con el paciente resulta cada día más difícil y éste se retrae cada vez más en su propio mundo. Es muy difícil distinguir de otras formas de psicosis los síntomas de la esquizofrenia, por lo que existe un rechazo general a usar el término esquizofrenia.


Aqui les mostramos un video de una entrevista de unos casos de esquizofrenia paranoide

http://www.youtube.com/watch?v=2YQ47Uifz-M

jueves, 1 de noviembre de 2012

Evolucion natural

La esquizofrenia se presenta en diferentes fases o episodios críticos agudos con tiempos de evolución variables —desde algunas semanas hasta varios meses, dependiendo del tratamiento— y diferentes modos de resolución y síntomas residuales, que constituyen la esquizofrenia crónica.
 Fase premórbida y prodrómica

Existe un período prodrómico, entre los 10 y los 20 años que puede durar unos 30 meses. En este período y antes de la aparición de la psicosis propiamente dicha suele aparecer alguna sintomatología negativa y se interrumpe el funcionamiento normal del individuo. Por ejemplo, abandona la escuela o no logra iniciar un noviazgo, descuido en el vestir e higiene personal. Los pacientes con marcadas anormalidades estructurales en el cerebro suelen tener un comienzo temprano, anterior al de los síntomas psicóticos.
Fase de progresión

Después de la primera fase prodrómica comienza el período de 1 a 6 meses, caracterizado por progresión del trastorno, donde aparecen los primeros episodios agudos con los síntomas más llamativos, mayormente síntomas positivos como delirios y alucinaciones,aunque no son éstos los más importantes para realizar el diagnóstico. Los síntomas aparecen en brotes con exacerbaciones y remisiones parciales, y frecuentemente acompañados de un deterioro progresivo.
Sea que se presente de manera florida o insidiosa, los pacientes muy raramente van a solicitar ayuda. Con frecuencia serán las personas con las que viven o trabajan las que van a solicitarla, motivados por la observación de una serie de conductas extrañas o que perciben como amenazadoras. A pesar de que las intervenciones familiares han demostrado su eficacia en la disminución de recaídas psicóticas, mejorar el clima familiar y el funcionamiento social, siguen sin tener una implantación suficiente en la atención habitual del paciente esquizofrénico. También pueden gritarle a las personas de manera incomprensible o gritar obscenidades en público, que podría estar en realidad respondiendo a un delirio de persecución o daño. A la larga, el deterioro social del paciente parece estar más relacionado con el compromiso de funciones cognitivas, tales como el abandono, descuido y desaseo personal, y no tanto con los síntomas propiamente psicóticos positivos, como las alucinaciones y delirios.

Derechos del paciente

       El paciente puede necesitar ayuda de los profesionales de los programas terapéuticos residenciales, los administradores de programas de acogida temporal para las personas que se encuentran sin vivienda, los amigos o compañeros de vivienda, los profesionales que manejan el caso clínico, las autoridades religiosas de iglesias y sinagogas, así como de su familia. A menudo el paciente se resiste a recibir tratamiento, por lo general porque cree que no necesita tratamiento psiquiátrico y que los delirios o alucinaciones que experimenta son reales. A menudo es la familia o son los amigos los que deben tomar decisiones para que el enfermo sea evaluado por un profesional. Cuando otras personas tomen decisiones de tratamiento, los derechos civiles del enfermo deben ser tomados en consideración. El consentimiento informado es un derecho del paciente psiquiátrico establecido por la Declaración de la Asociación Mundial de Psiquiatría de Hawaii en 1977 y la de la Asociación Médica Mundial de Lisboa en 1981.

        Hay leyes que protegen a los pacientes contra el internamiento involuntario en hospitales. Estas leyes varían de país a país, pero fundamentalmente el paciente en pleno uso de sus facultades mentales puede negarse a realizar los procedimientos indicados, por escrito, ejerciendo su «derecho a vivir su enfermedad» o su «derecho a la enfermedad». Debido a las restricciones impuestas por la ley, la familia puede sentirse frustrada en sus esfuerzos de ayudar al enfermo mental grave. Generalmente la policía solo puede intervenir para que se realice una evaluación psiquiátrica de emergencia o sea hospitalizado cuando el estado del enfermo representa un peligro para sí mismo o para otros. Si el enfermo no va por su voluntad a recibir tratamiento, en algunas jurisdicciones, el personal de un centro de salud mental de la comunidad puede ir a su casa para evaluarlo.



La educacion familiar

      Con frecuencia los pacientes son dados de alta del hospital y quedan a cuidado de sus familias, por esta razón es importante que los familiares aprendan todo lo que puedan acerca de los desafíos y problemas asociados con la enfermedad. La colaboración con la familia en la rehabilitación tiene dos objetivos fundamentales, prevenir las recaídas y fomentar comportamientos que lleven a una rehabilitación satisfactoria, desalentando las conductas que impidan este proceso.
Es necesario que los familiares conozcan los servicios disponibles para asistirles durante el período posterior a la hospitalización. El educar a la familia en todos los aspectos de la enfermedad y su tratamiento se llama «psico-educación familiar». La psico-educación familiar incluye aprender estrategias para manejar la enfermedad y técnicas de solución de problemas.

       En lugar de simular estar de acuerdo con declaraciones que parecen extrañas o son decididamente falsas por parte del paciente, los miembros de la familia y amigos pueden reconocer que las cosas parecen diferentes para el paciente y deben indicar que no ven las cosas de la misma manera o que no están de acuerdo con sus conclusiones.De igual forma, es útil llevar un registro de los síntomas que van apareciendo, los medicamentos (incluyendo las dosis) que toma y los efectos que han tenido los diversos tratamientos. Al saber qué síntomas estuvieron presentes anteriormente, los familiares pueden tener una idea más clara de lo que puede suceder en el futuro.
Además de colaborar a obtener ayuda, la familia, los amigos, y los grupos de personas con condiciones similares, pueden proporcionar apoyo y fomentar que el paciente esquizofrénico recupere sus capacidades. Es importante plantearse metas alcanzables ya que un paciente que se siente presionado o criticado probablemente tendrá estrés, lo que puede causar un empeoramiento o una recaída. Al igual que otros, las personas con esquizofrenia necesitan saber cuándo están haciendo bien las cosas. A largo plazo, un enfoque positivo puede ser útil y quizás más eficaz que la crítica.



El presente de la esquizofrenia

Presente

El término «esquizofrenia» es comúnmente mal interpretado, dándole el sentido de que las personas afectadas tienen una «doble personalidad». Aunque algunas personas con diagnóstico de esquizofrenia pueden escuchar voces y pueden vivir las voces como personalidades distintas, la esquizofrenia no se trata de una persona que va cambiando entre distintas personalidades múltiples. La confusión surge en parte debido a los efectos del significado que le dio Bleuler a la esquizofrenia, literalmente «escisión» o «ruptura de la mente». El primer uso indebido del término, dándole la interpretación de «doble personalidad», fue en un artículo del poeta T. S. Eliot en 1933.
Durante la primera mitad del siglo XX, la esquizofrenia se consideró un defecto hereditario, y en muchos países los pacientes fueron sometidos a eugenesia. Cientos de miles fueron esterilizados, con o sin consentimiento —la mayoría en la Alemania nazi, los Estados Unidos y los países nórdicos. Muchos con diagnóstico de esquizofrenia fueron asesinados en el régimen nazi junto a otras personas etiquetadas como «mentalmente ineptas» como parte del programa Aktion T4.

Un gran aporte desde la semiología provino de Klaus Conrad, quien publicara en 1954 La esquizofrenia incipiente, donde distingue, y aún hoy mantiene en vigencia, ciertas fases del curso de la patología bajo el concepto de esquizofrenia incipiente. Sin embargo, en los años 1950 y 1960, la literatura psiquiátrica estaba llena de artículos que sugerían que las causas de la psicosis se relacionaban con, interacciones complicadas entre el id-superyó-ego, la debilidad del yo, la regresión, y perturbadas relaciones madre-hijo.
A principios de los años 1970, los criterios diagnósticos de la esquizofrenia fueron objeto de una serie de controversias que eventualmente llevaron a los criterios operativos utilizados hoy en día. Se hizo evidente después del estudio diagnóstico UK-USA de 1971 que la esquizofrenia se diagnosticaba en mucha mayor medida en los Estados Unidos que en Europa. Esto se debió en parte a los criterios de diagnóstico más flexibles en los EE.UU., donde se utilizó el manual DSM-II, en contraste con Europa y su CIE-9. El estudio realizado por David Rosenhan en 1972, publicado en la revista Science con el título Sobre estar cuerdo en centros para locos, llegó a la conclusión de que el diagnóstico de esquizofrenia en los EE.UU. es a menudo subjetivo y poco fiable.Estos son algunos de los factores conducentes a la revisión no sólo del diagnóstico de esquizofrenia, sino de todo el manual de DSM, lo que conllevó a la publicación del DSM-III en 1980. Desde la década de 1970 se han propuesto y evaluado más de 40 criterios de diagnóstico para la esquizofrenia.

La historia de la esquizofrenia

        La idea de locura ha existido desde tiempos antiguos. Los primeros datos que pueden estar relacionados con síntomas psicóticos datan del 2000 a. C. en el Libro de los corazones, parte del antiguo Papiro de Ebers. Sin embargo, un estudio reciente de la literatura de la Antigua Grecia y Roma mostró que, mientras la población general probablemente tenía conocimiento de los trastornos psicóticos, no había ninguna condición equivalente al moderno criterio de diagnóstico de esquizofrenia en aquellas sociedades.

Antes de 1800

Son muy raros los testimonios de síndromes similares a la esquizofrenia en la historia anterior a 1800, aunque los relatos de comportamientos irracionales, ininteligibles, o descontrolados sí eran frecuentes.Se ha producido una breve interpretación citando que las notas en el Papiro Ebers del Antiguo Egipto pueden implicar esquizofrenia, pero otros estudios no han podido certificar dicha conexión. Una revisión de la literatura de la Antigua Grecia y Roma indica que si bien se ha descrito la psicosis, no son relatos que reúnan los criterios para la esquizofrenia. En la literatura médica árabe y psicológica de la Edad Media se observaron creencias y comportamientos psicóticos raros, similares a algunos de los síntomas de la esquizofrenia. En el Canon de la Medicina, por ejemplo, Avicena describe una condición parecida a los síntomas de la esquizofrenia que llamó Junun Mufrit (locura grave), la cual diferenció de otras formas de locura (Junun), como la manía, la rabia y la psicosis maníaco-depresiva.Sin embargo, nunca se llegó a reportar algo que se le asemeje a la esquizofrenia en la Cirugía Imperial por Şerafeddin Sabuncuoglu, un importante libro de texto médico islámico del siglo XV. Dadas las escasas evidencias históricas, la esquizofrenia, al menos con la frecuencia con que se encuentra hoy, puede que sea un fenómeno moderno, o, alternativamente, puede haber permanecido oscurecida en los textos históricos dentro de conceptos relacionados, como la melancolía o la manía.

Factores de buen y mal pronostico

Factores de buen pronóstico:
  • Edad tardía de comienzo.
  • Comienzo agudo de la enfermedad.
  • Existencia de factores precipitantes: drogas.
  • Ausencia de embotamiento afectivo.
  • Factores precipitantes de la enfermedad claramente identificables.
  • Si la persona presentaba buena adaptación social, sexual y laboral antes de la aparición de la enfermedad.
  • Ambiente social y familiar favorable.
  • Buen cumplimiento del tratamiento.
  • Antecedentes familiares de trastornos de humor.
  • Confusión y síntomas atípicos.
  • El subtipo de mejor pronóstico es la Esquizofrenia Paranoide.

Factores de mal pronóstico:
  • Inicio en edad temprana.
  • Comienzo progresivo o insidioso de la enfermedad.
  • Prevalencia de síntomas negativos.
  • Aislamiento social o pocos sistemas de apoyo social.
  • Trastorno previo de la personalidad.
  • Embotamiento afectivo.
  • Historia familiar de esquizofrenia.
  • Larga evolución antes del primer contacto médico.
  • Abuso de drogas.
  • Presencia de anomalías cerebrales claras (ventrículos dilatados).
  • Cuando la enfermedad no remite en tres años y hay múltiples recaídas.
  • La esquizofrenia de tipo Desorganizado es la de mayor gravedad.


  • Sintomas positivos y negativos

    Síntomas positivos: Exceso o distorsión de las funciones normales como:
    • Alucinaciones: percepciones que no existen que pueden ser auditivas, visuales, táctiles, olfativas o gustativas (las 2 primeras son las más comunes).
    • Ideas delirantes: alteraciones del pensamiento, ideas falsas e irreductibles al razonamiento argumental.
    • Lenguaje desorganizado e incoherente (suelen ser ideas de persecución, de grandeza, religiosos, de celos e hipocondríacos).
    • Comportamiento gravemente desorganizado (agitación, incapacidad de organizarse y de mantener la higiene personal) o catatónico (con una disminución de la actividad psíquica y motora hasta llegar a una falta total de atención y rigidez).
    Síntomas negativos: Parecen reflejar una disminución o pérdida de las funciones normales. Los síntomas negativos comprenden restricciones:
    • Embotamiento afectivo: no reacción ante estímulos emocionales.
    • Pobreza del habla (alogia).
    • Abulia o apatía: falta de voluntad, incapacidad para persistir o para iniciar una actividad.
    • Anhedonia: incapacidad para disfrutar de los placeres.
    Los síntomas negativos alteran la capacidad de funcionar en la vida diaria de los pacientes, son personas que se acaban aislando y perdiendo a los amigos.


    A que nos puede llevar esta enfermedad?

            Normalmente la gente que padece de este trastorno mental, suele abusar severamente del consumo de los que son las drogas y tambien mucho del alcohol, esto sucede ya que las personas que sufren de este tipo de trastornos, o alguno parecido, se sienten tan atosigados y a la vez estan tan perturbados, que piensan que consumiendo drogas o alcohol se van a sentir mejor, se van a olvidar de todo, etc. Pero al contrario de esto, las drogas y el consumismo de alcohol, puede llegar a empeorar su estado, ya que este les puede causar mas alucinaciones, escuchar voces inexistentes, entre otros padecimientos.

            Esta enfermedad tambien puede llevar a los perturbados a convertirse en asesinos, ya que estos actuan mayormente por impulso, que por otra cosa. Les cuesta persivir de lo que es bueno, y lo que es malo. Esta es la razon de que los esquizofrenicos sean agresivos, y quieran dañar a otros, al sufrir este trastorno se piensan cosas inimaginables y cambian la realidad sobre lo que verdaderamente pasa a su al rededor.
    Estas personas tambien tienen una amplia posibilidad de convertirse en fumadores, cosa que tambien puede ser muy dañina para ellos, su trastorno mental y otras partes de su organismo, que se pueden dañar o debilitar muy facilmente, mientras ellos piensan que esto les mejora.

     

    La esquizofrenia en las mujeres embarazadas

                En caso de problemas sociales una mujer con esquizofrenia tiene el peligro de perder la custodia de su hijo y este a su vez tiene un riego unas doce veces mayor de padecer la enfermedad, que el hijo de una madre sana.
    No se acaban aquí los problemas ya que en estos casos el embarazo se considera normalmente de riesgo por su tendencia a recibir menos cuidados, peor nutrición y el posible consumo de alcohol, tabaco e incluso drogas si se las compara con madres sin esquizofrenia.
    En el American Journal of Psychiatry se publica un articulo que resume una interesante conferencia clínica basada en un caso y que plantea este problema. Los autores de este artículo realizan una completa revisión que matiza la necesidad del tratamiento farmacológico.
    Las evidencias de que la psicosis es tóxica para el feto, obligan a compararla con los posibles efectos secundarios que presenta el uso de la medicación y establecer el riesgo/beneficio de las distintas conductas terapéuticas.

           Actualmente hay una tendencia creciente a utilizar los antipsicóticos de segunda generación como primera línea de tratamiento. En este articulo estos fármacos se revisan uno a uno ponderando las medidas a adoptar ante el embarazo de una mujer con esquizofrenia y se ofrecen unas pautas claras para un soporte terapéutico adecuado.
    Otro problema que presentan las madres con esquizofrenia es la posible recaída de la enfermedad en el período post-parto, ya que el riesgo es alrededor del 24%, especialmente en los tres primeros meses. Pero con un buen seguimiento y soporte social, control de la medicación antipsicótica y de los eventuales efectos secundarios que puedan presentarse.